TRASH: Esperpentos de porcelana.

 

 

Las porcelanas y figuritas de Lladró gozan de fama mundial y ha sido muy imitadas y copiadas. Podemos encontrarlas en casi cualquier lugar del mundo. Las figuras de esta serie no son todas de Lladró. Hay algunas piezas de esta marca, pero sí que todas han sido fabricadas en este estilo.

Carmela Soprano (de la serie The Sopranos) por poner un ejemplo, daba mucha importancia al Lladró que tenía en casa. Sobre todo se la daba, debido a su elevado precio. Creo recordar que la suya le costó cuatro mil dólares y representaba dos geishas. Seguramente, sirviendo una taza de té o contemplando una flor, que es lo que se supone que solían hacer más a menudo las geishas….

Hasta hace unos años, como en el resto del mundo, muchas familias españolas también sucumbían ante el encanto de estas porcelanas. Las alojaban en sus casas como una nota de gusto y sensibilidad.

Tal vez fuera la fascinante belleza de las tonalidades pastel, el acabado cristalino o la delicadeza de sus formas lo que hacía que fueran tan populares. Uno se fijaba en ellas más o menos -según la calidad del modelado y la pintura- pero yo creo que lo verdaderamente atractivo para todos era el brillo. El brillo era siempre el mismo: brillante. Quizás fue todo junto.

Las figuritas solían entrar en nuestras vidas a través de actos festivos: como obsequio en bautizos, comuniones y bodas, como regalo navideño o de aniversario, eran el recuerdo de un viaje. A veces, la merecida recompensa a una madre en el Día de la Madre…

Siempre fueron un regalo socorrido. Y lo más importante: había de todos los precios y tamaños, unas hechas aquí y otras en Taiwan.

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